Nuestro Ideario

¿Por qué somos humanistas?

Integramos los valores humanos en el
ejercicio del Derecho.

Nuestro compromiso profesional tiene como centro al cliente y el problema jurídico por él planteado, con el compromiso de aprehender el supuesto de hecho y comprender sus inquietudes para prestar un asesoramiento jurídico de calidad o, incluso, hacerle ver al cliente que quizás, en ese caso, no es lo más acertado instar acciones legales.

Solo desde este compromiso personal por asumir directamente el expediente podemos cumplir con la definición del consejo, entendida, desde su etimología (“consulere”) como deliberación conjunta entre cliente-abogado de la que surge la estrategia a seguir.

Debemos conocer bien el asunto para poder trascender al mero asesoramiento técnico jurídico, aconsejando y asesorando globalmente al cliente.

Ofrecemos un trato
personalizado y próximo.

Huimos de delegaciones, somos un despacho que concebimos el ejercicio de la abogacía como la práctica del consejo y asesoramiento.

Sólo lo sabemos hacer desde el seguimiento del caso, directamente, desde la primera reunión hasta la resolución del conflicto, atendiendo las llamadas, dudas o correos del cliente y asumiendo, personalmente, las actuaciones necesarias para defender los intereses por él encomendados.

Nuestra voluntad es acompañar al cliente en la solución de su problema y hacerlo directamente, sin intermediarios.

Nuestro compromiso es crecer en calidad.

La infraestructura de nuestro despacho no es caprichosa, queremos ser nosotros quienes llevemos el asunto encomendado.

No queremos crecer en estructura, sino en la calidad de nuestro asesoramiento; por eso hemos optado por la especialización.

Asesoramos desde la libertad y la ética.

El consejo sólo es válido si se ejerce desde la libertad, la ética, el cumplimiento de la deontología profesional y los principios que, históricamente, han venido rigiendo la profesión de la abogacía.

No es por casualidad que la nuestra sea una profesión liberal, por que el consejo debe prestarse sin ningún tipo de ataduras, ni servidumbres; y siempre centrado en el cliente.

Entendemos el ejercicio del derecho desde…

El estudio de la materia por medio de la formación continuada del
abogado especialista.

Sólo desde el estudio de la normativa, la doctrina, la jurisprudencia y/o los criterios de los órganos administrativos específicos se puede conocer la materia sobre la que versa nuestro asesoramiento.

Por ello es un compromiso asumido por el ideario de nuestro despacho la formación específica del abogado en la rama del Derecho que asesora.

La docencia de la materia sobre
la que versa nuestra
especialización.

La mejor manera de dominar una materia es saberla explicar. Por eso es una premisa básica de nuestro despacho que el letrado especialista imparta clases y conferencias sobre la materia que ejerce en foros universitarios y/o especializados (Universidad, Colegios de Abogados, centros de enseñanza, asociaciones profesionales, organizaciones no gubernamentales, instituciones públicas, empresas ….)

La práctica del
ejercicio
del derecho.

Es evidente que por mucha formación que se tenga y muchas clases o artículos que se publiquen sobre determinada materia, la especialización se consagra con la práctica y con el ejercicio de aquella materia sobre la que se ha estudiado y explicado. Es por ello por lo que nuestro despacho sólo asume asuntos sobre las
disciplinas del Derecho que conocemos, manteniendo, para aquellas materias de las que no somos expertos sólidas colaboraciones con compañeros especialistas en esos otros campos del derecho, que tienen los mismos estrictos niveles de exigencia, que nosotros empleamos en el ejercicio de nuestra profesión.

Somos un despacho de abogados moderno por que…

Utilizamos herramientas tecnológicas del siglo XXI.



Estamos en plena era digital y empleamos los recursos que la innovación tecnológica nos ofrece para ser más eficaces en nuestra actividad que nos permite ser más rápidos en la resolución de los problemas.

Usamos un lenguaje claro y actual

Al abogado se le critica el uso de una jerga jurídica que le distancia de su cliente y que, muchas veces, hace incomprensible las soluciones que proporciona el Derecho al conflicto planteado; por eso es nuestro objetivo usar un lenguaje coloquial y comprensible que permita el fundamental diálogo que debe regir con nuestro cliente y que redunda, sin duda, en conocer mejor el caso planteado y la solución proporcionada.

A estos principios de intenciones hemos intentado ser fieles desde el momento en que constituimos nuestro proyecto profesional con la ilusión de unos recién colegiados y la fuerza de los hechos nos indican que vamos por buen camino y que debemos perseverar en los mismos.

Si lees este ideario como cliente esperamos que no te hayamos defraudado y si todavía no lo eres, nos ponemos a tu disposición para encargarnos de asumir tu caso con el compromiso al ideario aquí expuesto.

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